jueves, 7 de noviembre de 2013

Tumorización

Hinchazón craneana asimétrica.
Tumorización irreversible del encéfalo
derivada de la praxis negligente.
Consecuencias filosofo-irreversibles para el sujeto
Se ha reducido a una masa blanda, comedora, bebedora
e inerte
Los choques, en este caso parecen ser la terapia ideal.
Reavivar los músculos, disolver coágulos,
reinaugurar esfínteres atrofiados...en fin.
Un mar de beneficios, le aseguro.
¡Claro! Choques eléctricos.
Aunque suene a barbaridad, la corriente eléctrica en el sujeto
le reanuda el corazón, vencido y aplastado.
Una buena descarga desperdigará en el cuasiorganismo del vegetante
una caricia flamígera que le requemará los nervios hechos bolas
un lengûetazo de fuego que le destorcerá los tendones y le
calentará la sangre. A veces es necesario hacer que esta hierva para desinfectarla
¡Exacto! Como al agua misma.
Nada mejor que el dulce toque de unos dedos eléctrico a través del pecho, del cráneo
del estómago para darle una dirección para correr al corazón tartamudo.
Nada mejor que un chispazo violento que haga erguirse los cuerpos cavernosos del miembro extenuado
Nada mejor que el fuego, en su esencia eléctrica, para revivir a un muerto.

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1 comentarios:

Blogger Uriel Cormorán ha dicho...

Al rato, hasta adicto a los toques se hace el paciente tumurozo jaja :)

12 de noviembre de 2013, 14:12  

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